DE UN
ESCRITO SOBRE LA VOCACIÓN DE LA CARMELITA
Todos
hemos sido criados para salvarnos. Cada uno por su camino, por su
vocación. La vocación es la llamada de
Dios a la realización del plan eterno que tiene parara cada alma. En el Carmelo
nuestra vocación está toda contenida en estas palabras: “Esté cada una en su
celda meditando día y noche en la ley del Señor y velando en oración”.
Alrededor de ellas gravita toda la regla, todo nos lleva al mejor cumplimiento
de esto que es esencial en nuestra vida.
Es
imposible cumplirlo enteramente por las necesidades de la naturaleza pero con
una vida de fe continua y constante podemos vivir en unión con Dios muy
perfecta. Se trata de simplificar nuestra vida, de ver a Dios en todo y en
todos. De lanzar el corazón a Dios desde el amanecer y no buscar sino el
cumplimiento de su adorable voluntad, y hacerlo todo con sencillez de niños, de
hijos muy amados del Padre, como imágenes suyas, como resplandor de su gloria,
como Jesús en una palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario