Mi
ideal: ser Jesús.
Transformarme
en Jesús por el Espíritu Santo.
Ser
para el verbo, como una humanidad suplementaria en la que Él pueda renovar su
misterio; misterio de amor, de adoración, de acción de gracias, de alabanza al
Padre.
Ser
como Jesús, Gloria del Padre, redención para las almas, nada para mí misma.
Jesús
era feliz, veía a Dios,
yo
soy feliz, creo en Dios.
Jesús
sufría por las almas,
yo
sufro por las almas.
Quienes
nada hacen por Él,
yo
nada hago por mí.
Todo
canta la Gloria de Dios.
Todo
contribuye al bien de los elegidos.
Felicidad
infinita de Dios.
Felicidad
inmortal del Hijo de Dios.
Infelicidad
es igual Infidelidad; no hay otra causa.
La
noche, la tentación, la prueba exigen tanto mayor fidelidad cuanta mayor es su
intensidad.
A
tanta mayor fidelidad, tanta mayor felicidad;
tanto
más nada en mi misma,
tanto
más redención para las almas;
tanto
más Gloria del Padre,
tanto
más Jesús.
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